lunes, 17 de junio de 2013
En la oscuridad
Rubén caminaba siguiendo la línea blanca de la ruta, que era lo único que se veía en aquella oscuridad. Cuanto más avanzaba la noche, menos vehículos cruzaban por él, y ninguno se detenía para llevarlo.
Viajar así era parte de su vida: trabajaba en una cosecha, viajaba hasta otra, vivía un tiempo en un pueblo, o en algún establecimiento rural, partía nuevamente… Pero a pesar de haber andado en incontables ocasiones por numerosas rutas, muchas veces de noche, nunca había atravesado una zona tan vasta y despoblada, ni había visto una noche más oscura y silenciosa que aquella. La línea de la ruta era su única guía, no se veía ni las manos. Avanzaba lentamente, con pasos inseguros. Inútil era levantar la vista hacia el cielo o buscar el horizonte, pues todo era oscuridad. Era angustioso caminar así, mas no quería detenerse, porque sentía que cierto temor, vago aún, iba a aumentar si dejaba de caminar. Al marchar podía concentrarse en seguir la línea blanca, y de esa forma no pensar; pero su temor igual fue creciendo de a poco. ¿A qué le temía? No lo sabía, ¿Qué podía haber en aquella oscuridad?, ¡nada!, sólo campos solitarios iguales a otros que había atravesado, pero, ¿qué era aquella sensación que sentía cada vez más fuerte? ¿Sería por estar solo? No, él no le temía a la soledad, era otra cosa, sentía que… algo iba a su lado.
Se detuvo y escuchó, todo estaba silencioso. Fue a extender un brazo pero lo contuvo un terror repentino y atroz. “Y si tanteo algo”, pensó, y sintió más terror. Experimentó de pronto el miedo instintivo y profundo a lo desconocido, el verdadero terror, y al borde de la desesperación, de huir gritando hacia cualquier lado, extendió su brazo derecho y lo movió en la oscuridad. Lo hizo porque creyó por un instante que allí no había nada, y que si lo comprobaba su terror iba a disminuir; pero se equivocó, pues de pronto su mano tanteó algo peludo y frío, y una cosa lanzó un grito agudo frente a su cara, y después Rubén sintió que le mordían la cabeza.
Viajar así era parte de su vida: trabajaba en una cosecha, viajaba hasta otra, vivía un tiempo en un pueblo, o en algún establecimiento rural, partía nuevamente… Pero a pesar de haber andado en incontables ocasiones por numerosas rutas, muchas veces de noche, nunca había atravesado una zona tan vasta y despoblada, ni había visto una noche más oscura y silenciosa que aquella. La línea de la ruta era su única guía, no se veía ni las manos. Avanzaba lentamente, con pasos inseguros. Inútil era levantar la vista hacia el cielo o buscar el horizonte, pues todo era oscuridad. Era angustioso caminar así, mas no quería detenerse, porque sentía que cierto temor, vago aún, iba a aumentar si dejaba de caminar. Al marchar podía concentrarse en seguir la línea blanca, y de esa forma no pensar; pero su temor igual fue creciendo de a poco. ¿A qué le temía? No lo sabía, ¿Qué podía haber en aquella oscuridad?, ¡nada!, sólo campos solitarios iguales a otros que había atravesado, pero, ¿qué era aquella sensación que sentía cada vez más fuerte? ¿Sería por estar solo? No, él no le temía a la soledad, era otra cosa, sentía que… algo iba a su lado.
Se detuvo y escuchó, todo estaba silencioso. Fue a extender un brazo pero lo contuvo un terror repentino y atroz. “Y si tanteo algo”, pensó, y sintió más terror. Experimentó de pronto el miedo instintivo y profundo a lo desconocido, el verdadero terror, y al borde de la desesperación, de huir gritando hacia cualquier lado, extendió su brazo derecho y lo movió en la oscuridad. Lo hizo porque creyó por un instante que allí no había nada, y que si lo comprobaba su terror iba a disminuir; pero se equivocó, pues de pronto su mano tanteó algo peludo y frío, y una cosa lanzó un grito agudo frente a su cara, y después Rubén sintió que le mordían la cabeza.
Lobería
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Lobería | |
---|---|
Localidad de Argentina | |
38°08′59″S 58°47′00″O / -38.14972, -58.783333Coordenadas: 38°08′59″S 58°47′00″O / -38.14972, -58.783333 (mapa) | |
Idioma oficial | español |
Entidad | Localidad |
• País | Argentina |
• Provincia | Buenos Aires |
• Partido | Lobería |
Intendente | Hugo César Rodríguez, PJ |
Eventos históricos | |
• Fundación | 31 de enero de 1891 |
Altitud | |
• Media | 21 msnm |
Población (2001) | |
• Total | 12 199 hab.[1] |
Gentilicio | loberense |
Huso horario | UTC -3 |
Código Postal Argentino | 7635 |
Prefijo telefónico | 02261 |
Sitio web oficial |
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Historia
Aunque el Partido de Lobería Grande ya había sido creado, el pueblo propiamente dicho se origina en 1866 cuando se ordena la mensura de cuatro leguas cuadradas, junto con el trazado de manzanas, quintas y chacras. En 1887 se conformó una comisión para la construcción de edificios públicos y el remate de tierras, lo que derivó en la elección de la primera Comisión Municipal por votación popular 4 años más tarde. La fecha oficial de fundación del pueblo es el 31 de enero de 1891.
Població
Contaba con 12.199 habitantes (INDEC, 2001), lo que representa un incremento del 11,7% frente a los 10.919 habitantes (INDEC, 1991). Este aumento de la población es llamativo teniendo en cuenta que la población del partido ha disminuido en términos absolutos entre los dos últimos censos.
Toponimia
El nombre de la ciudad se debe a la carta que Juan de Garay envió al rey de España en 1582 transmitiéndole su asombro por la existencia de grandes manadas de lobos marinos en la región del actual cabo Corrientes. El partido creado con anterioridad al pueblo se denominó Lobería Grande, por este hecho, aunque luego el uso lo dejó simplemente como Lobería, nombre que se dio al pueblo en su fundación.
Personalidades
José Arce, médico, político, diplomático
- Oscar Castellano, Automovilismo
- Jonathan Castellano, Automovilismo
- Mariano Altuna, Automovilismo
Referencias
- ↑ «Provincia según localidad. Población censada en 1991 y población por sexo en 2001.». Consultado el 22 de septiembre de 2010.
Enlaces externos
Sitio Oficial del gobierno de la ciudad de Loberia
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